EN EL CASO DE LOS ANIMALES
DE LA CALLE, el maltrato a que son sometidos por vecinos del lugar.
Es doloroso el caso atendido
en el barrio Aranjuez de un perro quemado con agua hirviendo en
varias ocasiones. Y en el Pedregal de un perro apaleado.
De la perra
que en Campo Valdez iba a ser arrastrada amarrada de un carro por que no la
querían tener. Del perro quemado en Villa Esmeralda. Del perro apaleado
en la Avenida Oriental y que ya habiendo perdido un ojo seguía recibiendo
golpes. Del herido a machete por los alrededores de la Plaza Minorista.
En
la parte alta del Cerro El Salvador, una perra criolla preñada, de las
llamadas callejeras, era rociada con gasolina y quemada viva ante el
estupor de los vecinos.
Una
de las señoras que llamó a buscar ayuda, o mejor a descargar su angustia,
narraba que al escuchar los desgarradores lamentos alcanzó a ver el
retorcido cuerpo en medio de las llamas y sólo atinó a correr para esconder
su rostro, tapar sus oídos y gritar y gritar desconsoladamente cada vez más
fuerte para ahogar los chillidos de sufrimiento de la perra
agonizante.
Y
desconsoladoramente hubo más casos dramáticos atendidos en esa misma semana.
Aníbal Vallejo, Presidente Sociedad
Protectora de Animales de Medellín, Colombia.
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